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Un 4 de agosto de 1516, dos monjes tibetanos, Zunzhui y Lozhub Gyacog, esconden luego de decidir que ante la inminente invasión que el Emperador Zhengde haria al Tibet seria lo mejor, El Gran Tesoro. Y decidieron esconderlo donde menos se le ocurriría a Zhengde buscarlo: en el propio Palacio Imperial, la famosa Ciudad Púrpura Prohibida. Hábilmente, estos monjes hiciéronse pasar por guardias de palacio, para luego esconder El Gran Tesoro bajo tierra, en un cofre de madera finamente tallado, cubierto de andrajosas prendas. A pesar de que la ocultación fue exitosa, se cuenta que estos monjes fueron descubiertos horas despues y al no responder las preguntas del emperador, fueron condenados a muerte.
Luego, Zhengde hizo practicamente desaparecer la ciudad del Tibet, buscando infructuosamente El Gran Tesoro, cuyo contenido se decía que proporcionaría la sabiduría absoluta y por consiguiente, un asegurado éxito en el futuro del poseedor de esta reliquia milenaria tibetana.
Y pasaron días, semanas, meses, años... muchos años. Hasta que dos arqueólogos chinos, Zhang Senshui y Huang Weiwen, un 23 de Mayo de 1842, realizando excavaciones autorizadas por el emperador de aquella época (Emperador Daoguang), encontraron una caja algo desgastada por el tiempo, envuelta en deterioradas telas, pero a pesar de ello, bastante fina y hermosa. En el mismo sitio, al abrirla, se darían cuenta que lo que en ese entonces ya no era más que una hermosa leyenda, pertenecia al mundo real. El Gran Tesoro habia sido encontrado.
Repleto de folios escritos con un dialecto tibetano casi extinto y conocido por muy pocos (entre ellos, estos dos arqueólogos), además de poseer largos árboles genealógicos con los nombres de cada guardián del Gran Tesoro, su contenido mas importante consistia en un grupo de manuscritos hechos sobre piel de cabra finamente elaborada, que relataba la historia de la creación del mundo. Luego estos dos arqueólogos habrían de darse cuenta que toda la mitologia judeo-cristiana se basaba en estos textos, gracias al aporte de algunos sabios discípulos de los Guardianes que viajaban para predicar la verdad única y universal, llegando como ya podrán suponer, a oriente medio y norte de áfrica.
Queridos lectores: en este momento revelaré las primeras líneas de esta historia, uno de los mas grandes secretos que la humanidad ha guardado en los ya casi dos ultimos siglos y ustedes seran unos de los pocos privilegiados en poseer este gran conocimiento milenario.
"Al principio, Pan-Ku salió del huevo, con los dos elementos básicos: El Ying y El Yang. Yang formó el cielo y Yang formó la tierra. Luego de 18000 años, Pan-Ku murió. De su cabeza se formaron el Sol y la Luna. De su sangre se crearon los ríos y los mares, de su respiración se formó el viento, y de su voz el trueno. De los parásitos que vivían en el, se crearon unos seres fríos y sin sentimientos, que poco a poco comenzaron a aprender los secretos del nuevo universo.
Sin embargo, su alma inmortal volvio a nacer, tomando un poco de río, de viento y de trueno. Nació su hijo, Zen-Ku.
Zen-Ku, aburrido de su solitaria existencia, creo un ser con el cual compartir el mundo. Y corto una de sus gigantes trenzas y creo a Ou Zheni Ku, una hermosa ave de plata. Mas su vida sería breve, y luego de 500 años moriría. De sus plumas, las que alcanzaron a La Gran Isla, nacieron 74 personas, sin embargo muchas murieron al no poder adaptarse al mundo. Cada una de estas personas representaban distintos valores y antivalores: sabiduría, sensatez, vicio, etc.
A estos uno de estos hombres, nacido de la pluma de la frente de Ou Zheni Ku, se le otorgó las 6 Claves de la Salvación, que reivindicarían la raza luego del primer y ultimo fin de los tiempos, luego del cual sólo los más valiosos hombres, después de haber pasado un aprendizaje en La Gran Isla, lograrían vivir el nirvana junto a Pan-Ku. Estas claves sólo serían conocidas por los descendientes directos de este hombre, los ahora llamados Guardianes. Estas claves son los números son 4, 8, 15, 16, 23 y 42. Ahora tu, que lees esto, eres el nuevo guardian de las claves. Su significado y uso solo se te serán entregados por medio de la meditacíon y contemplación de las leyes naturales. En ti ahora descansa la salvacion de la humanidad...
..."
Esperando que mi revelación les sea de gran ayuda para su espirítu, se despide de Uds. un Guardián más de este gran secreto: su servidor Tish.
Saludos!
ChAu!
Uff... 2.32 AmAndo raro...Asi que voy a poner alguna hueaita buena, no como mis achaques. Si los latea... uds. se lo pierden.[...]
Sufrir es una debilidad, cuando uno puede impedirlo y hacer algo mejor. Exhalar los sufrimientos de un esplendor no equilibrado, es demostrar, ¡oh moribundos de las marismas perversas!, todavía menos resistencia y valor. Con mi voz y mi solemnidad de los grandes días, te llamo de nuevo en mis desiertos hogares, gloriosa esperanza. Ven a sentarte junto a mí, envuelta en tu manto de ilusiones, sobre el trípode razonable de los apaciguamientos. Como un muelle que se desecha, te arrojé de mi morada, con un látigo de cuerdas de escorpiones. Si deseas que esté persuadido de que has olvidado, al regresar a mi casa, las penas que, bajo el indicio de los arrepentimientos, te causé en otro tiempo, trae contigo entonces, cortejo sublime -¡sostenedme, que me desmayo!-, las virtudes ofendidas y sus imperecederas reparaciones.
[...]
Sí, buenas gentes, soy yo quien ordena quemar, sobre una badila enrojecida al fuego, con un poco de azúcar amarilla, el pato de la duda con labios de vermut, que derramando, en una lucha melancólica entre el bien y el mal, lágrimas que no llegan del corazón, sin máquina neumática, hace en todas partes el vacío universal. Es lo mejor que podéis hacer.
[...]
El verdadero dolor es incompatible con la esperanza. Por muy grande que sea ese dolor, la esperanza aún se alza a cien codos más arriba. Por tanto, dejadme tranquilo con los buscadores. ¡Abajo las patas, abajo, perras ridículas, pretenciosos, presumidos! Lo que sufre, lo que diseca los misterios que nos rodean, ya no espera. La poesía que discute las verdades necesarias es menos bella que la que no las discute. Indecisiones a ultranza, talento mal empleado, pérdida de tiempo: nada será tan fácil de comprobar.
[...]
La melancolía y la tristeza son ya el comienzo de la duda; la duda es el comienzo de la desesperación; la desesperación es el comienzo cruel de los diferentes grados de la maldad. Para que os convenzáis de ello, leed la Confesión de un hijo del siglo. La pendiente es fatal, una vez que uno se arroja por ella. Es seguro que se llaga a la maldad. Desconfiad de la pendiente. Extirpad el mal de raíz. No estimuléis el culto de adjetivos tales como indescriptible, inenarrable, rutilante, incomparable, colosal, que mienten desvergozadamente a los sustantivos que desfiguran: son perseguidos por la lubricidad.
[...]
Eso sería... un saludo a.... a mi nomas por hoy :P
Ah... por cierto.... es de Isidore Ducasse lo q escribi y lo que viene abajito :P
ChAx!
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Parece bello, sublime, bajo pretexto de humildad o de orgullo, discutir las causas finales y falsear las consecuencias estables y conocidas. ¡Desengañaos, porque no hay nada más necio! Reanudemos la cadena regular con los tiempos pasados; la poesía es la geometría por excelencia.